lunes, 30 de mayo de 2011
domingo, 29 de mayo de 2011
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problem
sábado, 28 de mayo de 2011
fotomon
plano situacion montado
(TXT)
emplazamiento/
En un enclave dominado por la presencia del río Rhin, próximos a una ciudad, Basilea, de amplia tradición multicultural; ahí, es donde planteamos una Escuela de Arquitectura Internacional, global, para estudiantes erasmus en sus últimos años de carrera.
propuesta/
El fluir del río ha fomentado históricamente la unión entre culturas, su intercambio, interacción y sinergia. Esto mismo es lo que he querido trasladar al propio edificio. Un volumen único de unidades prográticas contiguas, de fragmentos de suelo y aire que favorecen determinadas acciones o usos, variados y diversos, en muchos casos intercambiables y modificables según el momento.
Parto de la investigación en planta cuyo objetivo es la heterogeneidad de espacios en la que cumplen un papel fundamental las circulaciones, que atraviesan estas cajitas funcionales permitiendo una continuidad visual y otorgándonos, en el recorrido, una visión completa, periférica, protagonista del individuo en la arquitectura. Circulación como hilo conductor caracterizada por la multiplicidad: de acceso y movimiento; que consigue una concatenación de realidades diversificadas que se interrelacionan, dialogan y permiten un intercambio plural constante.
Al traducir esta reflexión al ámbito de las relaciones sociales profundizo en un estudio de la planta más exhaustivo. Planta que aglutina individuos de diferentes grupos, a favor de una interacción de personas y usos. No sectorización, no zonificación, aunque siguiendo un patrón jerarquizado y, por tanto, eficiente en la organización del programa. Se busca cubrir carencias que haya en los alrededores, para que al verse incluidas en el edificio (en forma de talleres, biblioteca, sala de audiovisuales...), se introduzcan agentes externos que ayuden al alumno en esa búsqueda de una arquitectura para una sociedad, contemporánea, con la que hemos de estar en contacto en nuestra formación y que no hace más que ampliarla considerablemente.
De este modo, los usuarios y sus múltiples acciones, complejas y polifacéticas con el tiempo se solaparán, se pulirán y dibujarán otro mapa distinto al que yo ahora propongo, cuyos trazos se irán reconstruyendo de forma perpetua.
viernes, 27 de mayo de 2011
plano sit
construc
compañia
Vamos a dejar 12 canciones metiditas en una cesta en la orilla del río. Un suave empujón y quedarán a merced de la corriente, dejándonos un vacío que gira hasta convertirse en una vorágine dentro de nosotros. El pobre recipiente de mimbre va a ser zarandeado, va a zozobrar, casi a volcar. Va a ser el juguete de los remolinos, va a subir y bajar sobre las ondas mientras escucha, provenientes de la ribera, griteríos y cantos de sirena, dejando atrás casas, intersecciones, islas de ciudad, mirillas y retrovisores.
Puede parecer cruel por nuestra parte, pero es justo lo que teníamos que hacer con la criatura: abandonarla. Dejarla a su suerte porque nosotros ya no le podemos dar más. Que pertenezca a otros, que la juzguen, que la ensanchen, que la muevan de acá para allá. Y que el torrente la convierta en lo que pudo ser y en lo que nunca quiso ser, en lo que nos hace grandes o miserables.
A punto de darnos la vuelta y dejar la orilla, convencidos de haber cambiado con éxito el fuego por palabras, nos daremos cuenta que no le hemos puesto nombre. Mapas, sugiere alguien. Mapas de lo que somos, trazos de nuestras conquistas, fracasos pasados o en presente continuo, colecciones de medallas y arañazos. Mapas que nos ponen delante otro mapa sin leyenda con el que avanzar, construir, o, tan solo, entender el presente.
Justo cuando nos hayamos apartado lo suficiente como para que el rumor del agua esté a punto de desaparecer, desearemos en voz baja que, cuando el retoño llegue al final de su camino de baldosas amarillas, se acuerde de sus progenitores y nos envíe unas postales sin sellar. Para entonces ya estaremos eligiendo qué equipaje dejamos atrás y cuál cargamos en la espalda antes de iniciar el siguiente viaje… esta vez sin mapas.